La ardilla Saltarina vivía en un hermoso jardín con su hermana mayor Brincapinos. Sus vidas transcurrían plácidamente hasta que llegó el otoño y con él, el viento, el frío, y los problemas... Todo lo que le ocurría a Saltarina, Brincapinos tenía la culpa. Ésta ya no sabía qué hacer, hasta que un día... decidió no hacerle caso. Saltarina pensó que algo no iba bien y que cada día su hermana estaba más alejada de ella. Entonces se dio cuenta que había sido muy egoísta, porque su hermana mayor siempre se había preocupado por ella y nunca se lo había agradecido. Le pidió disculpas y desde ese día se las ve felices jugando y corriendo por el jardín.
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